viernes, 6 de agosto de 2010

De la competitividad a la cooperación

Los sistemas actuales de economías alternativas, sin dinero, están influenciados aún por el sistema capitalista. Son sistemas en los que se procura que cada individuo reciba en proporción a lo que da. En principio lógico pero estricto e irreal en la práctica que impide desarrollar todo el potencial.

Pensar que hay gente que pueda aprovecharse del trabajo de los demás es sólo fruto del funcionamiento de esta sociedad capitalista en la que vemos que gente haciendo poco tiene mucho. Entonces decimos: "¿si él lo hace por qué no lo voy a hacer yo también?". Como ya se dijo, sociedad capitalista es un oxímoron: sociedad es cooperación entre los individuos y capitalismo es la búsqueda del beneficio individual aprovechándose de los demás. Insostenible a largo plazo.

Un mundo totalmente cooperativo, donde no existe la competitividad en ninguna faceta, nadie sentirá que debe engañar a los demás. Es una visión muy parecida a la de los Amish pero sin dar de lado a la tecnología. El problema de los Amish es que consideran mala a la tecnología porque la han visto desarrollarse en el capitalismo, que es lo realmente malo.

Una comunidad donde todos ponen de su parte para que todo funcione bien, el que intente aprovecharse del trabajo de los demás será excluido, nadie querrá tratar con él. Esto es fácil en comunidades pequeñas donde todo el mundo se conoce. En comunidades más grandes o por internet basta un sistema de puntos como el que tiene ebay para registrar el buen comportamiento de cada uno. Aunque yo no dedicaría recursos a intentar controlar algo que será muy minoritario, serán personas obligadas a moverse constantemente. Sólo si hubiera grupos enteros con ese comportamiento estaría justificado un control pero sólo pensando en que existe un riesgo de poner en peligro el funcionamiento de la comunidad no porque haya gente que se aproveche de los demás. Es decir, una mentalidad más relajada: que cada uno que haga lo que quiera pero sin poner en riesgo a otros ni a la comunidad.

También hay que asumir que hay miembros que van a dar más de lo que van a recibir y otros recibirán más de lo que podrán dar, al menos en algún momento de su vida. Si no ¿cómo participan los niños en este sistema? Los profesores dan horas pero los niños no tienen nada con que responder. Es ley de vida. Por eso decía en el primer párrafo que se impedía desarrollar todo el potencial.

Quien se cría en un mundo así, donde todos pueden acceder a todo simplemente participando no sentirá la necesidad de engañar a nadie porque no iba a conseguir nada extra, ya tiene acceso a todo.

En esta sociedad cooperativa lo que valoran sus individuos es el trabajo bien hecho porque no existe nada más con lo que valorar la evolución de las personas a lo largo de su vida. Por tanto, otra característica es que no harán falta exámenes como los actuales. Cada uno buscará los conocimientos que le permitan realizar las tareas que más le gusten. Quien quiera ser médico estudiaría y realizaría prácticas supervisadas hasta que otros médicos y él mismo considere que está preparado para trabajar de una forma más independiente. Entiendo que existirán clases como las de ahora y exámenes para que uno mismo se autoevalúe pero no para compararlos con otros a no ser que el puesto requiera ser realizado por el mejor. Porque ¿qué necesidad tendrá de engañar diciendo que sabe más de lo que realmente sabe? Pronto demostraría que no es capaz de realizar las tareas que se esperan de él. Es como si digo que se hacer buenos trabajos de carpintería y hago un churro de mesa. Entonces la gente dirá ¿para qué te ofreces a hacer una mesa si eres consciente de que no sabes hacerlas bien? Porque ofrecerse a hacer una tarea es la clave de un sistema cooperativo.

Y no tiene por qué limitarse a una única tarea. Si yo pudiera repartiría mis horas de trabajo, enseñanza y aprendizaje en informática, ingeniería, carpintería y oficios artesanos, agricultura, ganadería. En algunos sería como experto y en otros como ayudante, según mi nivel y el de los del resto con los que trabaje.

Este artículo lo considero una revisión de Un Mundo sin Dinero, una evolución natural, como cuando nos hacemos más responsables al crecer. Quien ha diseñado Proyecto Venus tiene la madurez que me faltaba cuando lo escribí. En Proyecto Venus las medidas de control son más relajadas que las que hay en Un Mundo sin Dinero.

Las medidas de control sólo generan desconfianza y la Historia demuestra que no son necesarias para que una sociedad pueda funcionar, para que sus individuos puedan trabajar y satisfacer sus necesidades. En la actualidad se están generando excusas para que la sociedad admita nuevas y mayores medidas de control bajo el pretexto de que son para evitar a las personas peligrosas. Pero la realidad es que es el sistema el que es peligroso y peligrosas son las personas que lo dirigen. Está demostrado que muchos de los delincuentes actuales lo son debido a las circunstancias de su entorno, por no tener acceso a los mismos recursos y oportunidades que la mayoría. Pero el sistema prefiere simplemente encerrarlos que buscar una solución a la pobreza. Esto es debido a que cambiar el sistema significa que esas personas que controlan el sistema perderían su poder y todos seríamos iguales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario